Llegada
El roble, árbol de raíces firmes y ramas que se elevan al cielo, ha sido símbolo de fuerza, permanencia y protección a lo largo de la historia. De sus agallas —esas formas que nacen como respuesta de defensa, transformando lo adverso en abundancia— surge el pigmento con el que fue creada esta obra.
Llegada habla de ese mismo viaje: el de encontrar nuestro lugar en el mundo. Ese espacio íntimo y sagrado donde podemos reconocernos, habitar en calma y ser nosotros mismos sin máscaras. Llegar es descubrir la pertenencia, rodearnos de personas afines, sentir que cada raíz encuentra la tierra que la sostiene y que cada gesto puede desplegarse sin esconderse.
Es un recordatorio de que llegar no siempre significa un destino final, sino el reencuentro con nuestro propio ser, con aquello que nos sostiene y nos conecta.
Tintes naturales sobre lienzo.
Medidas: 100 x 180 cm
$1.000.000